22. Pero si nos deseábamos tanto

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Descubriendo cómo recuperar y trascender el deseo sexual

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En la vida de pareja con el devenir del tiempo, el deseo que experimentan hombres y mujeres suele disminuir por diversos motivos y razones, algunas veces cuando acaba la fase del enamoramiento, en otros casos la monotonía y la rutina hace que los encuentros sexuales disminuyan. El deseo, clave en la actividad sexual empieza a fluctuar y esto termina repercutiendo en las demás áreas de la relación.
Surgen entonces preguntas como ¿Pero si nos deseábamos tanto, que nos pasó?, ¿En qué momento se perdió nuestro deseo sexual?, ¿Se nos acabó el amor?, entre muchos interrogantes más.
Se hace necesario entonces discernir sobre los factores a los cuales están ligados la falta de interés o deseo sexual y que en determinados momentos afloran para expresar que algo está pasando física y/o emocionalmente a nivel individual y al interior de la relación, que terminan afectando la esfera sexual y el concepto de amor autentico, que involucra mucho más que las reacciones espontáneas a nivel sensual o emocional y además, requiere actos de voluntad dirigidos hacia el bienestar del otro, como un lenguaje de encuentro de la pareja más allá de lo corpóreo; como diría San Juan Pablo II “El deseo sexual puede darnos la “materia prima” de donde pueden surgir los actos de amor: si es guiado por un gran sentido de responsabilidad por la otra persona”. ¿Cuál será entonces ese eslabón que le hace falta a nuestra sexualidad? es momento de resignificar nuestro concepto de deseo y de amor, es momento de pensar en nuestra sexualidad como una construcción conjunta que integra diferentes aspectos diseñados para el disfrute y el bienestar, diseñados para exaltar la dignidad de la persona humana.

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Digital, Fisico